Pulpitos amigurumis y una historia conmovedora

¡Hola a todos! Hoy les traigo un post muy muy especial. Tiene que ver con estos hermosos pulpitos amigurumis que están empezando a utilizarse en los hospitales de todo el mundo para ayudar a los bebés prematuros a recuperarse con más rapidez.

Esta iniciativa nace en Dinamarca, en 2013 con el Proyecto Octo, cuando un padre encarga un pulpo amigurumi para su hija ingresada en Neonatología, y nota la rápida mejoría de ésta en compañía de su amiguito tejido.

Alrededor de este episodio, empiezan a aparecer voluntarios para tejer estos tiernos pulpitos y la iniciativa empieza a expandirse más y más, habiendo llegado actualmente a países como Suecia, Noruega, Islandia, Alemania, Inglaterra, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Francia, Italia, Turquía, Croacia, Israel, Australia y parte de Estados Unidos.

Según un comunicado de prensa que emitió el Poole Hospital de Inglaterra los pulpos hacen que los bebés se tranquilicen. Al parecer, ellos se sienten más seguros tocando y sosteniendo los téntaculos , ya que son muy similares al cordón umbilical y eso les recuerda su estadía en el útero materno.

Esto les ayuda enormemente mientras están en las incubadoras, ya que evita que se retiren los tubos y cables que tienen conectados, y permite un mejor desarrollo en ellos.

Hay miles de voluntarios alrededor de todo el orbe tejiendo y donando estos pulpos amigurumis para ayudar a los bebés prematuros.

Felizmente, la iniciativa también ha llegado a nuestro país. Hace poco más de un mes encontré un artículo donde informaban sobres las mejoras que experimentaban los prematuros con el contacto de estos bichitos de hilo de algodón, y unas pocas semanas después me topé con una publicación de Micaela Lanzinetti, que se había tomado el tiempo y el trabajo de diseñar otro modelito de pulpo y convertirlo en patrón para tejer.

El patrón que se encuentra en el sitio web del Proyecto Octo, sólo cuenta con dos idiomas: danés e inglés. Es por eso que Micaela creó la versión en español, con las medidas que los especialistas han determinado que son más apropiadas para uso de los bebés por su similitud con el cordón umbilical de su madre.

El hecho de que ella haya alzado el estandarte de continuar con el proyecto, despertó mucha curiosidad y admiración en mi, así que no pude resistirme a entrevistarla y pedirle que me cuente su historia. Me encontré con una persona hermosa, amable, calurosa; como no podía ser de otra manera. Ella se ha tomado el tiempo necesario para que miles de personas pudieran continuar con esta iniacitiva tan humana y tan loable.

La historia de Micaela

Micaela Lanzinetti tiene 26 años. Nació en San Carlos de Bolívar, Buenos Aires, pero actualmente vive en Tandil.

Empezó a tejer en 2014, un fin de semana de abril muy lluvioso. En ese momento ella se encontraba cursando el tercer año de la carrera de Psicopedagogía en Buenos Aires.

La mamá de Micaela confeccionaba frascos tejidos a crochet y ella le pidió que le enseñara. Como ella misma cuenta: "Desde ese momento la aguja se convirtió en mi herramienta preferida. Nunca más pude parar de tejer."

Sin embargo para ella no fue tan fácil como tejer y ya. Se sintió atrapada en una situación difícil porque sentía que ya no quería contituar con sus estudios. Sólo quería tejer y tejer. "Me era muy difícil tomar la decisión y afrontar sus consecuencias." explica.

"Empece a tejer cosas simples, planas, lo primero que hice sin ayuda fueron colitas para el pelo, había hecho tantas que me pareció que tenía que venderlas y así fue, vendía en la facultad a mis compañeras y amigas.

Mi novio Nahuel, que ha sido un pilar fundamental en todo este camino, se dedica a la informática y me ayudo a crear una página en Facebook para publicar mis productos."

Y así nace su fan page Camelia, que es un anagrama de su nombre Micaela.

Click para ir a la fan page

 

"Despues de las colitas de pelo no podía parar de visualizar cosas que quería hacer tejidas, adornos, ropa, muñecos, etcétera.

Empecé a investigar y a aprender de Internet diferentes puntos, y formas para tejer. A esa altura estaba muy focalizada en el tejido, sabía que quería hacer eso, y de eso un trabajo.

Dejé la Facultad y me dedique exclusivamente a mis tejidos."

 Micaela también es ilustradora amateur, y por puro placer empezó a dibujar animales. De esos dibujos surgieron los primeros diseños de amigurumis. Pasando horas armando, desarmando, tejiendo, destejiendo, anotando puntos e ideas en todos los papelitos que se encontraba a su paso, empezó a crear sus propios patrones.

"Los primeros diseños de amigurumis los tiene Pedro, mi sobrino de 3 años." cuenta ella.

"Tengo la suerte de tener una familia que no sólo me apoya incondicionalmente, si no que me ayuda mucho; cada uno desde su mirada y su profesión. Y si no me pueden brindar ayuda teórica ¡eligen regalar mis productos!

Ilustraciones de Camelia

Mis dos cuñadas son diseñadoras gráficas asi que me han hecho todo lo que se pueda hacer para una marca: diseño, logos, etiquetas, tarjetas, plotters para poner cuando voy de feria, láminas impresas con mis propios dibujos, etcétera. Se ha creado una atmósfera alucinante alrededor de esta pequeña marca, que es mi vida.

Tejo unicamente con hilo de algodón hipoalergénico porque decidí que todos mis productos son para bebés. Dibujo, tejo, hago patrones, coso y armo, saco las fotos para publicarlas, armo todos y cada uno de los pedidos, me gusta estar en todos los detalles, después de todo, Camelia es mi reflejo."

La historia de los Pulpitos

La abuela de una bebé prematura de Tandil, por medio de una publicación en Facebook hizo un llamado a la comunidad, preguntando entre sus contactos quien sabía tejer y podía confeccionarle uno de estos pulpitos para su nieta.

Laura, conocida de Micaela, le compartió esta publicación preguntándole si ella podía tejer el pulpo.

"Fue un sábado por la mañana y al medio día ya estaba tejiendo y destejiendo. Yo había hecho pulpos antes, pero los míos no tenían las características que tenían que tener los pulpos para bebés de Neo. Así que después de unas horas, ya tenía listo el pulpo para donar." cuenta Micaela.

"Me pareció tan linda la movida que decidí hacer el paso a paso con el patrón y fotos para que todos los que supieran y quisieran tejer lo hagan y sean muchos los pulpos donados para estos bebés.

Una vez que tuve todo listo, le pasé todas las fotos y la información a mi cuñada Vicky y ella lo dejo asi de hermoso como se ve."

Vicky realmente hizo un estupendo trabajo como pueden apreciar a continuación:

Micaela agrega: "Estoy muy feliz con lo que pasó con los pulpos, jamás imaginé que tanta gente compartiera la publicación, la cantidad de mensajes hermosos y llenos de amor que recibí no se comparan con nada en el mundo. Es una experiencia hermosa que todavía no termina, porque ¡me siguen escribiendo para mandarme pulpitos de todos lados! Vienen de todo el país, y eso es muy gratificante."

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Desde mi muy personal punto de vista, esta historia merecía ser contada. Cuando vi la publicación de Micaela, además de compartirla, sentí el  irrefrenable impulso de ampliarla y hacerla todavía más extensiva.

Entrevistar a Micaela, escribir este artículo, recabar información, etcétera; fue una experiencia muy gratificante para mí, por el noble fin que persigue la iniciativa, así como por el estimulante intercambio de conocer a Micaela, su historia, su visión de un mundo, lo hermoso de sus trabajos y el amor que pone en todo lo que hace.

Así que con ese gustito a dulce en el corazón, y con muchas ganas de seguir con esta "movida" ¡me voy a tejer un pulpito de Camelia!

¡Gracias por visitar mi blog! Nos vemos en el siguiente post. ¡Hasta la próxima!

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