"Los varones también podemos tejer"




¡Hola a todos! Les traigo un post muy pero muy interesante de la entrevista que le hice a Rodrigo Agostino hace un tiempo, donde me cuenta sus inicios, su historia como tejedor, y su camino recorrido hasta la fecha.

También nos deja un mensaje importante para todos los que formamos parte de este mundo handmade, ya que generalmente asociamos lo “hecho a mano” como una labor exclusiva de las mujeres. 

Él, con su ejemplo, desmitifica todos esos preconceptos, nos invita a mantener la mente abierta y a darle la bienvenida a este nuevo tiempo en que las técnicas artesanales y labores manuales ya no tienen género de pertenencia.

Primeramente les voy a contar como fue que di con él y cómo fue surgiendo la idea de esta entrevista que tanto placer me ha dado realizarla. Después les voy a contar quién es Rodrigo, como lleva adelante su labor, y cuál es el mensaje que quiere dejarnos haciendo con tanto amor lo que hace.

Encontré a Rodrigo en un post de Facebook en un grupo de tejedoras, dónde compartía un muestrario de puntos a dos agujas que previamente había publicado en su fan page. Me dirigí a la página y rápidamente entendí que la persona que estaba detrás de ella era un hombre. No resistí la tentación de enviarle un mensaje y preguntarle si era él quién tejía.

El me respondió que sí y yo empecé a saltar de alegría en la silla. Lo primero que pensé fue: “¡Existen hombres que tejen en Argentina!” No es una novedad, que nuestro país tiene características de corte machista debido a una cuestión histórica y cultural. Y que esas diferencias de género aún persisten pese a que cada vez hay más organismos y personas decididas a erradicar esas desigualdades. Encontrar a Rodrigo, llevando adelante su actividad tejedora fue como encontrar un oasis en el medio de un desierto.

Así que le pregunté si estaría dispuesto a que le hiciera unas preguntas y escribiera su historia. Me respondió: “¡Claro que sí!” Y aquí estoy para compartirles el fruto de nuestras conversaciones, y lo más importante: dejarles su ejemplo de valentía que rompe con los estereotipos culturales de nuestro país.

Rodrigo está a punto de cumplir los 30 años y es de San Miguel, Buenos Aires. Es economista, y en muchos aspectos se sirve de los tecnicismos de su profesión para aplicarlos al tejido. Elabora prendas en dos, tres, cinco agujas, y también es un apasionado del telar de peine.


Su historia en el tejido comienza a los 10 años cuando –como él mismo cuenta- “aprendí a pasar la lana de una aguja a la otra […] En su momento, aprendí para pasar el tiempo y canalizar la ansiedad que me generaba la enfermedad de un ser querido. […] En ese tiempo, intentaba hacer tejidos rectos, pero nunca me salían; comenzaba con 20 puntos y terminaba con 33. También confundía el frente con el reverso y tardaba mucho tiempo e hacer algo que luego no me gustaba. […]

Mi abuela nos cuidaba y ella estaba siempre tejiendo. Ahí nos enseñó a mí y a mis hermanos/as. En ese entonces, tejía de curiosidad, sólo porque ella estaba todo el tiempo tejiendo. Y ahí quedó, nunca más lo hice.

Dieciocho años después, en 2016, con mi compañera estábamos esperando a que nazca nuestro bebé. Era invierno y ella quería una bufanda. Le dije: ‘¿Querés que te teja una bufanda?’ Me preguntó: ‘¿Vos tejés?’ (Hacía ya 6 años que éramos pareja). Y le respondí: ‘Sé tejer, veremos cuánto me acuerdo’. Fue entonces cuando empecé.

Me ayudó a calmar la ansiedad del nacimiento de mi bebé. Y además, descubrí que también era terapéutico. Me ayudaba a despejar la mente. 

Entonces le tejí la bufanda, -que terminó siendo un cuello porque, como era de esperarse no sabía bien cuánta lana necesitaba- utilizando un ovillo.

Luego, un día, paseando, vimos unas fundas de almohadas en tejido de punto y ella me dice: ‘¿Te animás?’ Empecé a ver en qué material podía tejer, y entré en Internet. Comencé a descubrir tutoriales, tipos de puntos, cómo hacer ochos, etcétera. Descubrí que Internet es un gran y hermoso lugar donde las personas comparten toneladas y toneladas de información de lo que hacen y cómo lo hacen.

Después de retomar el ejercicio de pasar de una aguja a la otra, me animé a un desafío: un chaleco para mi bebé. Nunca hubiese creído que lo lograría. Creía que no cualquiera podía tejer. Me sorprendí a mí mismo de lo lindo que me quedó. Eso sí: un poco chico. Ahí entendí el rol que juegan las muestras antes de tejer.”

¡Wow, Rodri! ¿Y de ahí? Cuando nació tú bebé ¿Qué sentiste cuando le pusiste el chaleco?

“Que le quedaba hermoso... y que le quería seguir tejiendo.

Es más, en un momento, mi suegra me dijo -ella le estaba tejiendo una camperita- ‘¡No vale! ¡Vos estás tejiendo más rápido porque estás usando agujas del 4 y yo estoy con las del 3!’ Fue muy gracioso."

Así comienza la historia de Rodrigo. Su fan page, Teje Felis, viene al año siguiente en noviembre del 2017, “porque quería compartir las cosas que estaba haciendo. Me encanta que las personas compartan sus saberes. Sumar y centralizar mucha información que está desparramada. Entonces mi compañera me dice: ‘Te hago una página de Facebook’. Ella la creó, y diseñó la imagen que aparece en el perfil.

El nombre de la página es por mi hijo, se llama Felipe. Es que se lo debo: gracias a él, me redescubrí como tejedor”

¿Cuál es tu profesión, Rodrigo?

“Soy economista político. Me falta terminar la tesis para la maestría en economía social.”

¿Encontrás alguna metáfora entre tu profesión y tu actividad creativa?

“¡Por supuesto! Lo primero que hice fue una planilla Excel para calcular los puntos y las vueltas. Como buen economista que soy, todo pasa por una planilla de cálculo, cómo calcular costo, etcétera. También estaba pensando en hacer algo similar para diseñar chalecos y otras prendas, pero todavía me falta ejercicio y entender de qué dependen la cantidad de puntos que se cierran para la sisa, por ejemplo.” 

¿Quién es Rodrigo Agostino? ¿Cómo te definirías en tercera persona?

Rodrigo es una persona que absorbe la realidad intentando desnaturalizar lo evidente. Eso, y la curiosidad: preguntar ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Quién lo dice? ¿Quién es el otro para decidir sobre algo? Es inevitable cuestionarme lo que tengo enfrente.

De por sí,  soy una persona muy curiosa y me encanta saber. Estudiar economía, potenció ese rasgo de mí. Eso fue lo que luego me llevó a encontrarme con el telar de peine, por ejemplo: la curiosidad.

¿Cuál es el mensaje más importante que querés transmitir a las personas que pasan por tu página? Detrás de aunar información, de sumar, de transmitir conocimiento específico, ¿Cuál es la emoción que te empuja a seguir haciéndolo? ¿Con qué sensación querés que se vayan las personas que pasan por tu pequeño espacio?

“Una vez un amigo me dijo: ‘Me encantaría verte tejiendo en el tren’ (viajo todos los días en tren al trabajo). A lo que respondí: ‘Todavía no me siento tan inmune al prejuicio como para tejer en el tren.’

Primero que nada, y el mensaje más importante: los varones podemos tejer. El patriarcado también oprime a los hombres no dejándolos sentir, emocionarse, llorar... tejer. Algún día, los varones también podremos tejer en el tren o en el colectivo sin ser mirados y juzgados.”



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Conversé muchas más cosas con Rodri, que por cuestiones de espacio ya no reproduzco aquí. No obstante, me encantaría –y es un placer para mí hacerlo- invitarlos a que conozcan la página de Facebook de Rodrigo, sus trabajos, sus planillas Excel, su pasión por lo que hace y su manera particular de “absorber la realidad para desnaturalizar lo evidente”.


 https://www.facebook.com/tejefelis/



En un intento conjunto –suyo y mío- de desmitificar la arraigada idea de que los hombres “no deben” tejer porque eso es “cosa de mujeres”, espero que lo estemos logrando, o al menos, que su historia sirva de ejemplo y empiece a resquebrajar la prisión ideológica en la que aún continúan sumidos los varones por los postulados del patriarcado. 

También es mi deseo, que nosotras, las mujeres, les demos a los hombres una calurosa bienvenida y los recibamos con los brazos abiertos. No limitemos nuestros conocimientos sólo a las demás mujeres. Lo bueno, cuando se expande, no sólo suma, también se multiplica, y lo bueno no conoce de géneros.

Ese deseo mío, también se extiende a los demás varones, que generalmente utilizan etiquetas despectivas para dirigirse a sus congéneres que se rebelan a lo establecido y rompen el molde social, haciendo algo diferente, algo que los demás no se atreven ni siquiera a intentar por mero prejuicio, y no por una razón bien fundamentada.

Los hombres pueden y saben tejer. De hecho, ellos son mucho más veloces, aplicados y enfocados que nosotras. Tratemos desde nuestro lugar de artesanas y creativas erradicar el prejuicio. Hacer como Rodri: preguntarnos ¿Por qué? ¿Quién lo dice? ¿Quién tiene la facultad de decidir sobre algo? E intentemos no mirarlos con los ojos como huevos fritos si los vemos tejiendo en el tren o en el colectivo. Conjuntamente podemos naturalizar lo que es bueno.

Hay economistas como Rodrigo, que utilizan los conocimientos propios de su profesión para aplicarlos en contar vueltas y puntos. Y cada vez son más los hombres que se están animando a tejer, y a realizar labores manuales que antes eran exclusivas del sexo femenino. ¡Y eso es fantástico!

Ya empieza a haber en Argentina un movimiento masculino en torno al tejido como pueden leer en esta nota:

"Hombres Tejedores" se reúnen para romper con los estereotipos de género 


También les dejo la página de Facebook que armaron estos chicos que se reúnen a tejer:


Y la página de los precursores del movimiento, que ha comenzado en Chile:



Desde lo profundo de mi corazón le agradezco a Rodrigo su buena disposición, y su inversión de tiempo para permitirme traerles esta historia a ustedes. ¡Gracias, Rodri!

Espero que hayan disfrutado del post y les animo a visitar sus redes sociales.


 https://www.facebook.com/tejefelis/


Por supuesto me encantaría conocer sus opiniones, así que quedo atenta a sus comentarios.

¡Gracias por visitar mi blog! Nos vemos en el siguiente post. ¡Hasta la próxima!





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8 comentarios:

  1. Groso mi hermano!!!! Y una genia mi cuñada que lo alienta!!!

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    1. 😊😊😊 Siii, la verdad!! Un genio Rodri!! Gracias Juan por pasarte y dejar tu comentario!! Saludos!!

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  2. A mi me parece muy normal... hay grandes tejedores por ahi!!!

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    1. Si, pienso como tú! Tendría que ser normal... aqui en Argentina todavía existe una distancia considerable a que lo sea...ojala eso se revierta! Gracias por pasarte como siempre a dejar tu comentario!! Un besote!!

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  3. Como siempre genial tu relato.. Mi papi era de principios del siglo pasado y también sabia tejer.. aunque nunca realizo una prenda.. y lo aprendió por curiosidad. Creo que debieramos desmitificar que los hombres no pueden tejer.. aunque pobre de nosotras cuando ellos lo hagan.. toda tarea "femenina" que se propongan lo harán diez veces mejor

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    1. Muy acertado tu comentario Anny!! Pero es que ellos ya lo están haciendo!! Están tejiendo en lugares públicos, organizando talleres, y conduciendo todo un movimiento que nos deja azorados a todos... yo lo veo genial!!
      Sin embargo para tu papi seguramente fue duro saber tejer y hasta me arriesgo a afirmar que sólo los íntimos como tú sabían que él tejía.

      Por suerte eso está cambiando justo ahora 😄 Y sí... ay de nosotras!! Porque ellos son muy veloces para tejer jajaja!

      Gracias por pasarte como siempre! Un besote!!

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  4. ENCANTADA TAMBIEN DE CONOCER A RODRIGO Y DE QUE SIGA SUS DESEOS Y SUS SUEÑOS DE TEJER...!! COMO SIEMPRE CECI UN EXCELENTE RELATO...

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    1. Me alegra que te haya gustado Amanda!! Como adelanto te cuento que tengo un segundo hombre tejedor entrevistado... para el mes que viene publico la entrevista, otra historia preciosa 😊 Te dejo un besote 😚😚😚

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